“El éxito del Yoga no reside en la habilidad para realizar posturas sino en cómo cambia para mejor la manera en que vivimos y nos relacionamos”

                                                                        T.K.V. Desikachar

 

 

 

Vivimos en un mundo en el que todo va muy rápido. Tanto, que a veces da la sensación de que la Tierra se acerca a un callejón sin salida, percepción aumentada por la cantidad de catástrofes y problemas con los que nos bombardean los medios de comunicación y redes sociales.

 

Pero, ¿es ésta la realidad que percibimos de forma directa, en nuestro día a día? Y sobre todo, ¿qué podemos hacer como individuos para traer un cambio positivo a nuestra vida diaria? Lo cierto es que cualquier persona puede crear un impacto en el su entorno con sólo cambiar la forma en que vive, percibe y se relaciona con los que la rodean y, en especial, consigo misma. Y este cambio no tiene porqué ser algo radical y forzado, sino una transformación orgánica y gradual.

 

El yoga nos da las herramientas para que esta transformación suceda. A través de una práctica simple, efectiva, adaptada a cada individuo y al momento en el que se encuentra. Un práctica que calma y centra la mente y fortalece el cuerpo, creando una base sólida sobre la que  evolucionar y aprender de cada momento de nuestra vida.